En una emotiva ceremonia, la Presidenta Bachelet junto a representantes de las comunidades Kawésqar y Yagán recibieron los cinco cuerpos, que se encontraban en la Universidad de Zúrich.

Partieron en 1881 contra su voluntad, para formar parte de los aberrantes "zoológicos humanos" que los tuvieron como objeto de exhibición en ciudades como París, Berlín y Zúrich.

Son cinco indígenas de las comunidades australes Kawésqar y Yagán, que en el siglo XIX habitaban en las cercanías del estrecho de Magallanes, pero que encontraron la muerte muy lejos de su tierra, privados de libertad con un fin que hoy no puede más que resultar incomprensible.

Pero casi 130 años después están de vuelta, para recibir la sepultura que corresponde a su cultura.

En una emotiva ceremonia encabezada por la Presidenta Michelle Bachelet, hoy arribaron a Chile los restos de esos cinco indígenas, que también fueron recibidos por representantes de sus comunidades y por diversas autoridades.

Cerca del mediodía, en el sector del Grupo 10 de la Fach, arribó el avión con los cuerpos, que hasta ahora se encontraban en dependencias de la Universidad de Zúrich, en Suiza.

En el Aeropuerto Arturo Merino Benítez sólo se realizó una recepción sencilla, de acuerdo con las características de los ritos de las comunidades canoeras, que darán definitiva seputura a sus antepasados esta noche en la región de Magallanes.

Por lo mismo, sólo hicieron uso de la palabra la Presidenta y una representante de las comunidades, quienes coincidieron en su satisfacción por la repatriación de los cuerpos, y en que los derechos de los indígenas no fueron respetados, hechos que la historia no puede volver a repetir.

En la recepción también estuvieron los ministros Paula Quintana (Mideplan), José Antonio Viera-Gallo (Secretaría General de la Presidencia), Mónica Jiménez (Educación) y Paulina Urrutia (Cultura).

Los restos de los indígenas viajan ahora rumbo a Punta Arenas, donde a las 19:30 horas los recibirá un nuevo acto oficial. Mañana a las 06:00 horas un buque de la Armada los trasladará a la isla Karukinká (más de 100 kilómetros al sur de Punta Arenas), donde se realizará la definitiva ceremonia fúnebre.
 

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