Publicadas por
Centro Cultural Víctor Jara Chillán
Todo Chile se mantuvo con el
corazón estrujado durante estos interminables 17 días. Las familias de los
mineros acumularon tres semanas de emoción en sus rostros al saber la noticia. Fue
uno de los mineros rescatistas quien filtró la noticia a los familiares (la
jefatura encargada de las tareas había decidido reservar a Piñera el rol de
darla a conocer y asociar comunicacionalmente el éxito de la misión con la imagen del gobierno).
“No me importa nada lo que me
digan o lo que me pase”, dijo el esforzado rescatista “lo más importante es dar
tranquilidad a los familiares de los viejos”. Así, por boca de un trabajador,
nos enterábamos de esta esperanzadora noticia que marcó el término de la
primera espera.
Queremos destacar la fuerza y
convicción de las familias mineras que presionaron constantemente para que las
tareas de búsqueda no se detuvieran y se hicieran más agilmente. Con solicitudes
expresas a los medios de prensa para que no se retiraran del lugar y con
presiones fuertes a la autoridad, lograron que esta vez se pusieran todos los
recursos a disposición de las labores de búsqueda y rescate.
Estamos contentos por el contacto
con estos 33 valientes que desafiaron la ciega tiniebla del socavón, el vientre
húmedo y caliente de la montaña, la pobreza bicentenaria de sus vidas, la
ambición sin límite de la patronal. Todo, siempre les ha sido vedado y esta vez
le siguen peleando a la adversidad más extrema; no sólo a la que les explota
ferozmente, sino a la que pretende arrebatarles la vida.
Trabajadores de mi patria: allá, a setecientos metros bajo
nosotros, reciban nuestro abrazo, nuestro aplauso por la valentía y por
el coraje de vuestras familias.