"Esta es la Santa cruz de Mayo, con porotos, con zapallo. Si usted tiene no lo niegue en la Santa Cruz de Mayo."
Cada día 2 de mayo los preparativos comenzaban temprano en la mañana. En el sitio más despoblado del barrio se amontonaban hojas, ramas de árbol, desechos que pudieran "prender" y algún neumático que pudiera dar mayor consistencia a la fogata o "luminaria" que en la noche pondría el marco escénico a esta tradicional fiesta barrial.
Se asume que sus orígenes estaría en antiguos misioneros católicos que acompañados de una cruz visitaban diversos sectores"evangelizando" y pidiendo limosnas en especies o dinero para ellos mismos. otras versiones dicen que en esta fecha se habría encontrado el madero de la cruz que sirvío de soporte al flagelo de jesus.
Lo cierto es que más que fiesta religiosa, esta fecha se celebró siempre como un encuentro de vecinos en sectores populares que alrededor de encendidas fogatas regalaban castañas y chicha dulce a los contertulios que se acercaban a compartir entre estruendososo estampidos producidos por tarros de café con unas piedras de carburo en su interior manipulados con fuego con pericia por niños y adultos.
Caida ya la noche en una peregrina marcha, se paseaba una cruz con velas encendidas al son de cánticos de sonoridad triste que alentaban casa por casa a colaborar con algun alimeto o unas monedas.
"Esta es la casa de las rosas, donde viven las hermosas" ...
eran los versos cantados frente a las casas donde generosamente habían colaborado con la santa cruz.
"Esta es la casa de los pinos, donde viven los mezquinos"...
sentenciaban los integrantes de la romería cuando los dueños de casa se escondían o apagaban la luz para no "convidar".
Ante tanta fiesta foránea, tantos días que invitan al consumo y la pérdida de identidad, nos sumamos a este evento barrial que nos pertenece un poco más y que resiste a pesar de jalogüin y la nula difusión de las cada vez más escasas manifestaciones tradicionales.
- edosolis
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Etiquetas: opinion